"
¡Libros, libros! Aquí una palabra mágica que equivale a decir: "Amor, amor", y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Dostoyevsky decía: "¡Enviadme muchos libros para que mi alma no muera!". Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros... horizontes, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida. - F. G.Lorca -"
- Anónimo -
¿Esta frase no es anónima? Por favor informanos quién es el autor a través de este formulario.